DOS PATRONAS
Dos patronas. La isla de Gran Canaria tiene una patrona oficial que es Santa Ana y cuya talla se encuentra en la Catedral de La Palmas, y otra oficiosa, la Virgen del Pino, a la que los locales rinden culto con fervor ya que muchos creen que es la patrona oficial.
VIRGEN DEL PINO
SANTA ANA
paño del manto rojo de la Virgen del Pino
Fue estrenado el 3 de septiembre de 2002. El traje rojo y plata que lucirá este año fue encargado por la Camarera doña Ana del Castillo para sustituir al célebre manto “colorado” del año 1754 pero se terminó de realizar por encargo de la actual camarera, doña Mª del Pino Escudero, por fallecimiento de su madre durante el proceso de realización del mismo.
Santa Ana, es una imagen de la madre de la Virgen María, que se venera en la Catedral de Canarias, es obra del escultor canario, José de Armas, realizada en 1944. Es la patrona de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y de la isla de Gran Canaria
Imagen de la Patrona
El encargo de la imagen de la patrona de la ciudad e isla, se produce en 1942 por parte del Cabildo Insular de Gran Canaria que quiso dotar de una imagen de la patrona en la catedral de Canarias, al escultor grancanario, José de Armas, después de haber sido elegido entre los tres proyectos que se presentaron para la realización de la imagen en la presidencia del Cabildo. En 1943 comienza a tallar la imagen en madera de "okola" de la que el Cabildo de Gran Canaria hizo traer un gran cilindro de La Guinea para realizar la imagen en una sola pieza.
La imagen quedó terminada el 25 de abril de 1944. Ese mismo año fue trasladada a Madrid para se expuesta en la Exposición de Artistas Canarios en el Museo Nacional de Arte Moderno, siendo policromada también en dicha ciudad. El 18 de mayo de 1945 es colocada en la hornacina central del Altar Mayor de la Catedral Basílica de Canarias, siendo también bendecida ese día por el canónigo y Arcediano, don Pedro López Cabeza. En 1996 fue bajada por primera vez para limpiarla, y restaurarla con el resto de la catedral, siendo de nuevo expuesta al culto en 1998 en una peana de piedra diseñada por Fábregas, no sin antes salir al pórtico de la Catedral Basílica de Canarias. El escultor no cobró nada por la obra, más que los gastos.
Descripción de la imagen
La imagen, obra del escultor grancanario José de Armas Medina (1910-1996), es descrita en 1942 por un diario de la época con las siguientes palabras:
De un noble barroquismo en los paños, guarda la sobria majestad de una ancianidad gloriosa con el sello sereno de la santidad. Todo en el rostro cansado de Santa Ana es serenidad, placidez, maternal sosiego, transparencia espiritual. Sentada sobre un supuesto banco – los paños bien tratados cubren todo asiento- recoge en el regazo señorial de la falda, el rollo bíblico medio desenvuelto, mientras que con la otra mano va indicando los sagrados textos a la hija. Esta – la futura Madre de Dios- a la derecha de Santa Ana, de pie, delgada como una azucena – viéndola se recuerda enseguida las metáforas del Eclesiastés: cedro del Líbano, ciprés de Sion, palma de Cades, rosa de Jericó- atiende la lección de su anciana madre. Todo el conjunto escultórico guarda una íntima armonía que dice muy bien dentro de los cánones iconográficos.
Primera salida procesional
El 26 de julio de 2011, salió por primera vez a la calle, procesionando por la Plaza Mayor de su nombre. La imagen fue bajada después de más de 16 años sin hacerlo para ser revisada por expertos en la materia del arte que no encontraron ninguna causa que lleve a la imagen a ser restaurada, y para que los fieles la contemplen de cerca.
Patronazgo de Santa Ana
Los antiguos historiadores como Fray Juan de Abreu y Galindo en 1632, cuentan, que cuando en 1478 las tropas castellanas desembarcaron en los arenales del puerto de La Isleta, buscando un lugar adecuado en donde asentar su campamento y comenzar la conquista en la isla de Gran Canaria, se les apareció una anciana de apariencia aborigen, aconsejándoles el altozano, que se encontraba al otro lado de la desembocadura del Barranco de Guiniguada. Y con la misma rapidez que apareció, se marchó. El Deán Juan Bermúdez, sevillano, en aquel momento atribuye la rápida visita de la anciana a la presencia de la patrona del barrio de Triana de Sevilla, Santa Ana.
Desde entonces es considerada, como patrona de la ciudad y de la sede episcopal. Santa Ana es también la patrona de la isla de Gran Canaria como bien lo expone una lápida en la capilla de santa Catalina en la catedral de Canarias, dicho texto pertenece a Cairasco de Figueroa, Principe de las Letras Canarias y dice así:"Gran Canaria puede llamarse siempre bien afortunada pues a Santa Ana el cielo le concede por Titular, Patrona y Abogada". El patronazgo de Gran Canaria es erróneamente atribuido a la Virgen del Pino, la cual es la patrona de la Diócesis de Canarias (provincia de Las Palmas), pero no por ello patrona de Gran Canaria. El patronazgo sobre Gran Canaria se cita también en el himno de Santa Ana en la siguiente frase: "...de Gran Canaria nuestra protectora".
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